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Capítulo 1

Yeong In al escuchar el estrepitoso sonido de la alarma se cubrió con el cobertor hasta la cabeza. Pensó que la había detenido, pero esta sonó nuevamente.  Sacó su cara del cobertor y estiró su mano para buscar su celular. Son las 7:30 am. Quiere dormir un poco más. Para una persona que es sensible al frío, es un insulto salir del cobertor en invierno. 

Después de estar 5 minutos más dentro del cálido cobertor y sin poder despegar bien sus ojos, se levantó de la cama, fue al baño, se quitó la ropa y tomó una ducha. Desde el año pasado, el boiler que es bastante viejo ya no calienta el agua apropiadamente. Le dijo al casero, pero sigue esperando. Terminó de bañarse y salió.

Las bajas temperaturas provocaron que un brumoso vapor saliera de su cuerpo, después secó su cabello, se aplicó loción facial, se puso una camisa negra de manga corta y una sudadera de color gris. La agencia meteorológica se equivocó en su pronóstico, ya que habían dicho que nevaría intensamente durante la noche, pero al abrir las cortinas, vio que afuera una ráfaga de nieve empezaba a caer gradualmente y que la acera aún está intacta.

Después de cambiarse, tostó un pan para desayunar. Abrió el refrigerador y sacó la leche. Descubrió que ya había caducado, pero no era significativo, así que se sirvió un vaso. Tal vez sea porque no está completamente despierto que no pudo deglutir el alimento, así que al final solo se comió la mitad y salió. 

Nuevamente vio estacionado el automóvil del repugnante vecino de arriba. El auto hasta tenía puesto el freno de mano por lo que no pudo moverlo. Le marcó por teléfono y el hombre bajó tranquilamente con la mano en el bolsillo 10 minutos después. A pesar de no estar cerca de él, pudo oler el olor a alcohol. Se disculpó todo el tiempo, pero por su expresión no parecía estarlo.

Condujo hacia la carretera que estaba tranquila ya que era festivo. Le entristeció tener que trabajar en un día en que todos descansan, pero no podía negarse ya que es un cliente bastante importante. Para mantenerse despierto, tomó un sorbo de agua y subió el volumen de la música.

 

Sus largos dedos tocaban el volante al ritmo de la música. Dio una mirada al reloj y se dio cuenta que tiene el tiempo justo. «Debió haber salido del cobertor cuando sonó la primera alarma.» Le apena llegar tarde así que aceleró, pero de pronto un exótico automóvil avanzó frente a él. Yeong In que iba a gran velocidad chasqueó su lengua.

- ¡Vas a morir!

Abrió la ventana del auto para que circulara el aire, pero algo voló hacía su espejo retrovisor y al golpearlo lanzó chispas. Es obvio que eso salió volando del auto que está frente a él. De haber tenido mala suerte, eso podría haber entrado a su auto y le habría quemado el rostro ocasionando un grave accidente. Yeong In frunció su entrecejo.

Condujo hasta que recibió la señal de alto y se puso junto al exótico automóvil blanco. Tranquilamente bajó su ventana e hizo un gesto hacia la persona del otro auto. Después de un momento, la ventana del copiloto se abrió; una estridente música de antro salió del auto y un hombre con un grueso collar de oro le devolvió la mirada.

Yeong In asomó su rostro visiblemente enojado.

- ¿Cómo pueden tirar de esa forma su cigarrillo? Pudo causar un accidente.

Esperaba que inmediatamente se disculparan, pero contrario a eso el copiloto con un rostro aburrido intentó cerrar la ventana. Yeong In subió el tono de su voz.

- ¡Hey!

La ventana que estaba subiendo se detuvo y el hombre volteó a verlo.

- ¿No te vas a disculpar?

- ¿Por qué lo haría?

Atónito dijo - te digo que el cigarrillo que tiraste pudo ocasionar un accidente. ¿o es que acaso una paloma fumadora lo tiró mientras volaba? Miren a su alrededor, aquí solo estamos nosotros - los dos hombres lo miraron molestos.

- ¿Me viste tirarlo? ¿Y qué es lo que harás?

- Discúlpense.

- ¿Por qué sigues diciendo que me disculpe? ¿te accidentaste? No ¿verdad?

El hombre miró el automóvil de Yeong In, se burló y le dijo:

- Además ninguna agencia recogería este auto barato.

- Apártate.

Arrancaron y se fueron, pese a que las luces del semáforo no habían cambiado. Yeong In apretó sus dientes y sujetó el volante. El día inició siendo horrible. «Los seguiré y les daré su merecido.» Gradualmente, la distancia entre ambos autos se fue haciendo grande.

- Olvídalo – Dejó escapar un largo suspiro y partió tan pronto las luces del semáforo cambiaron.

Condujo mucho tiempo hasta que llegó al hotel e ingresó al estacionamiento. Subió al elevador hasta el piso 15 dónde tenía su cita. Al llegar a la habitación se paró frente a la puerta y tocó el timbre. Un momento después, la puerta se abrió y apareció un apuesto matón, el cual dio un paso hacia atrás liberando a Yeong In de su rudeza.

Al entrar, escuchó a alguien hablando en el dormitorio. Un hombre salió hablando por teléfono y usando una bata de color gris. Se ve que apenas tomó una ducha ya que hay rastros de humedad en su cabello.

- Deshazte de eso. En el mes, nos ofendió dos veces.

El hombre que habló es el director Choi. Es un hombre de negocios parecido a un gánster. Entró y saludó a Yeong In con su mirada. Este, colgó su abrigo y fue al baño, se lavó y seco sus manos, luego salió.  El director Choi terminó la llamada y al verlo le dio una amplia sonrisa. 

- Lo siento. Te molesté a pesar de que hoy es día festivo.

- Esta bien. 

Yeong In conoce al director Choi desde hace tres años y es uno de sus clientes regulares.

- ¿Comenzamos?

El director Choi sonrió, apagó su cigarrillo y se desató la bata.

- Por supuesto. Por favor, hazlo con energía.

Yeong In se rió.

- ¿Lo hacemos en la sala de estar o en su cuarto?

- No importa. Donde gustes. 

El director Choi le dio una mirada al subordinado que estaba junto a la puerta, este se despidió y salió de la habitación dejándolos solos. A diferencia del exterior, el ambiente dentro del hotel era sofocante. Yeong In se quitó su sudadera con gorro y caminó hacia el hombre, vistiendo su camiseta negra de manga corta.

Las manos del presidente Kim, que sujetaban una tableta del tamaño de sus manos, temblaron al leer el encabezado "¿La actriz K tuvo un encuentro amoroso con un empresario?". Debajo del título sensacionalista, la fotografía mostraba a un hombre y una mujer tomados del brazo entrando al hotel a mitad del día sin pena alguna. Aunque la fotografía estaba borrosa, los rumores se extendieron rápidamente.

El artículo decía que la actriz K, que se había casado a una edad temprana el otoño pasado, disfrutó de una reunión secreta con el representante de una compañía de entretenimiento al día siguiente de su divorcio. La sangre se elevó hasta el cuello del presidente Kim.

- ¡Yo… de alguna forma… a ese cabrón!

El secretario Yoon al revisar el artículo, inclinó su cabeza apenado.

- Discúlpeme presidente. Tomaré acciones para retirar el artículo.

¡Pam! El presidente Kim dejó la tableta que estaba sujetando en el escritorio y agarró la parte posterior de su cuello. Sorprendido, el secretario Yoon se acercó al presidente Kim, pero este levantó su mano y lo detuvo. «Las elecciones están a la vuelta de la esquina, pero mi hijo no me ayuda».

- Dile a Ha Jun que venga.

- Sobre eso…

- ¿Qué?

- No contesta las llamadas.

Como si estuviera esperando, el intercomunicador sonó en la oficina del secretario y este contestó.

- Llamó el congresista Park ¿le regreso la llamada?

Un gruñido se le escapó al secretario Yoon y a duras penas pudo tragárselo. Iba a decirle que en este momento el presidente Kim no se encontraba en su lugar, pero este le quitó el teléfono.

- Regresa la llamada.

Un momento después, una voz ronca mezclada con un sonido de fondo emergió del auricular. Era el congresista Park Yong Chan, presidente del partido, quién había dicho que impulsaría al presidente Kim para que se dedicara a la política y dejara la administración. Su llamada debe estar relacionada al artículo de periódico de hace un momento, así que evitarlo no funcionará.

- Soy yo congresista Park ¿cómo ha estado?

- ¿Le parece que estoy bien?

La expresión del presidente Kim se oscureció al escuchar su fría voz. Frunció sus cejas; un fuerte dolor de cabeza le hizo apoyar su mano en la frente. Contrario a su sombría expresión, su voz fue magnánima.

- Claro que no, ja ja ja. Pero eso es imposible, solo tienen una relación de amistad. Supongo que malentendieron a mi hijo ya que son muy cercanos. Si… si… no se preocupe. Si… por supuesto. ¿Cree que mi labor se estropeará con este asuntó? Ja Ja Ja… Por supuesto.

El secretario Yoon, al observar la situación cerró sus labios con fuerza. A pesar de que su familia intentó detenerlo, el presidente Kim dejó su larga carrera administrativa por el ambiente político con una determinación inquebrantable.

Obtener la nominación del partido fue complejo para el presidente Kim y aún hablan mucho sobre él. El presidente anterior (del partido) era un bueno para nada infestado de chismes; y ahora su hijo arma escándalos sin descanso, por lo que es la comidilla de los reporteros.

- Comamos pronto. Si… si…estaré ahí. Hasta entonces. Ja Ja.

Al terminar la llamada, el presidente Kim levantó la comisura de su boca y se congeló. Se levantó de un salto de su asiento y arrojó el teléfono al suelo. ¡Pam! Unido al sonido, el teléfono se hizo pedazos. El secretario Kim cerró sus ojos con fuerza.  A pesar de hacer eso, el presidente Kim aún estaba enojado. Se puso ambas manos en la cadera, respiró entrecortadamente y rechinó sus dientes.

- ¡Encuentra al cabrón de Kim Ha Jun! ¡Si no viene, rómpele las piernas y tráelo arrastrando!

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